domingo, octubre 15, 2006

El Zapatero


Todas las mañanas pasaba delante de su tienda la cual a esa hora aún se encontraba cerrada,para poder salir a la avenida y tomar el bus que me llevaría a clases.
De regreso, bajaba como todos los días en el paradero de blanco encalada con cabildo, cruzaba la calle, y ahí estaba él, muchas veces llegué a pensar que nuestras mentes se sincronizaban a nuestras espaldas para que nos encontraramos a la misma hora todos los días, parecía como si me esperara todos los días parado en la puerta de su negocio, fumando un cigarrillo y una media sonrisa dibujada en su rostro.
Cuando pasaba, lo miraba tímidamente y el me sonreía y me decía "hola",tan solo con los labios, yo me sonreía y seguía mi camino.

Pasaba por delante de su tienda mas de una vez al día, estaba obligada de pasar por ahí si quería ir al super, o algún otro lado, al final, me gustaba pasar siempre por ahí, y dejar la huella de mis dedos en el vidrio de su vitrina...dejaba pequeños surcos con mis dedos en el polvo de la calle que se impregnaba en el vidrio.
El era una persona muy puntual, a las 3 de la tarde, cruzaba la calle y tomaba su café en el restaurante de la cuadra.

Un hombre serio, alto, muy muy pero muy sexy.

Un día me decidí entrar en su tienda, cuando lo hice el se sorprendió, le pedí que me mostrara un par de zapatos de tacón negros, no demoró ni un minuto en sacarlos, cuando yo me estaba inclinando sobre el asiento para sacarme los que tenía puestos, me dijo con un sonido que salía de su boca y un gesto en la cara que el me los sacaría, y así fué.
Levó hacia su cuerpo uno de mis pies, y me sacó delicadamente el zapato, acarició mi pie. como dandome un pequeño masaje, el cual yo agradecí con una sonrisa,y me puso el zapato.
Me lo ató con la correa,delicadamente, como si le estuviera poniendo el zapato a su hija de 1 año de edad, esa mezcla de cuidado y coqueteo, me hizo desear que me tratara asi con el resto de mi cuerpo.

Nos quedamos en silencio mirandonos a los ojos un buen rato...me mordía los labios, y el empezó a acariciarme el otro pie, sacándome de la misma forma el zapato, para ponerme el otro...
una vez con los zapatos puestos, me levanté lentamente, inclinandome hacia él, pasando mi cara muy cerca de la suya, hasta incorporarme, y mirarme en el espejo, modelar para el...
eran zapatos muy suaves, cómodos, pero no quería comprarlos, tan solo quería que él me los pusiera, y así fué.

Me volví a sentar, y el se arrodilló a mis pies, puse uno de mis pies en su entrepierna haciendo presión y le dije..sacamelos..él lo hizo con la misma delicadeza anterior, me puso mis zapatos y me fuí.

Tres días después volví a entrar a la tienda, esta vez fuí con un vestido muy cortito y unas medias negras sujetadas a mis muslos por bandas de silicona y encaje.
Le pedí otro modelo, he hizo lo mismo que la vez anterior, se inclinó hacia mí, me sacó los zapatos que traía puestos, y esta vez se demoró mas en ponerme los zapatos nuevos, pasó su mano por mi rodilla y la bajó lentemente hasta el empeine con la otra pierna hice presión sobre su sexo..mientras mas presión hacía, sentía como su pene se iba endureciendo y como iba creciendo, al parecer eso le gustaba, le gustaba tocar mis pies, acariciarlos, besarlos, podía ver como las venas del cuello se le ensanchaban y le latian cada vez mas a prisa,él me seguía acariciando los pies, luego con ambas manos, agarró mis piernas y las puso sobre sus hombros, mi sexo quedaba descubierto para él, me arrimó con fuerza hacia él, quedando tan solo su cara a escazos milímetros de mí, y empezó a lamerme, se sentía tan bien, empecé a gemir, primero bajito, pero cada vez se hacía mas y más intenso que mis gemidos alcanzaron un volumen más elevado el cual se bajó, cuando él tapó mi boca con su mano.

Mi excitación iba a mil en ese momento, tan solo quería que me penetrara,
así que me levanté y me apoyé en la silla levantandome el vestido
colocandole mi culo en la cara, el mordió mis nalgas y se incorporó,
bajó sus pantalones y me embistió, tal y como quería ser embestida.
Fuertemente, sin dudar, estaba muy muy excitada, el me sostenía
de la cintura mientras mis manos llegaban al suelo,
yo tenía las piernas abiertas, y solo pensaba en lo grande
que debía ser su pene para sentir lo que sentía en ese momento,
Estaba en la gloria, hasta que ambos llegamos y su mujer también.

Esa fué la última vez que ví al zapatero en su tienda, ahora atiende un muchachito....

Mientras termino esta historia...veo que mis zapatos estan algo gastados...creo que iré a comprarme unos nuevos...



PHOTO BY STAS GOFERMAN / HADI HABIB


11 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada dia mejora la calidad de tus relatos... sin palabras... excelentes...
besos,
Javi

Mi lado oscuro dijo dijo...

Peregrino:gracias por tu visita, eres siempre bienvenido a mis dominios...

Javi: que sorpresa su visita!
es bueno tenerlo nuevamente por aki

saludos a los dos!!

Anónimo dijo...

...¡Y justo yo que iba a comprarme zapatos en Saga!

Ahora que lo pienso, prefiero conseguirme un zapatero propio.

Yuna dijo...

veo que la atencion personalizada sale mas a cuenta!!!

Mi lado oscuro dijo dijo...

jajajajajajajaja

Anónimo dijo...

Por aqui hay una tienda muy buena. Deverias vir experimentar...

Mi lado oscuro dijo dijo...

donde?? donde???

Karlos dijo...

Y yo que me estoy cuestionando si cambiar de oficio. Pues ya lo tengo claro. Quiero ser zapatero y dedicarme a tus zapatos.

Churra dijo...

Estupendo. Me ha encantado el post.
(ademas soy una loca de los zapatos).

Vendre a visitarte . Un placer conocerte y gracias por la visita.
Besos

Mi lado oscuro dijo dijo...

Bienvenidos!!

Bob Naranjo: un gusto tenerlo por aqui,gracias por sus lindas palabras,ya ire a visitarte.

Churra: gracias por venir,siempre se dijo que a las mujeres les gusta gastarse el dinero en zapatos...ahora ya saben por que..jajaja...bienvenida y vuelve cuando quieras!!

saludos,

- DiVa - dijo...

jajajaj q graciosa esta!